Los últimos días del Gran Capitán

Así se apagaba la vida del Gral. Don José de San Martín y entraba nuevamente a la inmortalidad.

Historia

Casi ciego, a causa de sus cataratas que habían comenzado a cegarlo desde 1845, camina entre tinieblas, ayudado por su hija, sus nietas y su yerno.
Ya no puede leer los diarios, ni sus libros amados. Tiene que esperar a que su familia se los lean. El haber perdido el maravilloso placer de leer, lo ha deprimido profundamente.
Lejos han quedado sus prácticas de jardinería y carpintería.
El día 6 de agosto de 1850, salió a hacer un paseo en carruaje – ya que le era imposible darlo a pie – y volvió tan cansado que tuvo que ser auxiliado para descender del coche y subir las escaleras hasta su habitación.
En la noche del día 13, fue atacado por agudos dolores de estomago y debió recurrir a una fuerte dosis de opio para calmarlos.
El día 14 amaneció afiebrado, amortecido, pero aún así, pudo reponerse levemente.
Lejos de la añorada tierra que lo vio nacer, tierra que le debía su Libertad e Independencia, se iba muriendo, a la edad de 72 años, Don José, el Libertador de la América del Sur.

Texto: Eduardo Javier Mundani Osuna

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