Gracias César: la despedida a uno de los pioneros de la radio en Río Tercero

Tras conocerse el sentido fallecimiento del hombre de LV26, este es el adiós de un periodista riotercerense que lo recuerda como su mentor

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Por ironías de la vida, el lunes se cumplirán 46 años de aquel domingo a la tarde en el que César me dijo “dale sí, empezá a venir mañana a la hora de Deportemas”, en respuesta a mi pregunta sobre si podía colaborar de alguna manera en la otrora prestigiosa LV26.

Esa sencilla y afirmativa respuesta fue la piedra basal que permitió unir mi pasión con la profesión que desde aquel momento se hizo mi modo de ver y transitar por la vida.

Me queda la conciencia en calma por haberle agradecido en persona ese gesto, tan sencillo para él y tan trascendental para mí. Y más de una vez.

“dale sí, empezá a venir mañana a la hora de Deportemas”

César Herrera a Adrián Cragnolini, cuando iniciaba su carrera

Hace unos cuatro años, en una de mis visitas a Río Tercero, fui a comer a su casa. Y allí, en una mesa en la que parte de sus inabarcables apuntes, escritos y recortes de diarios sirvieron de ilustrado mantel, nos apretamos unos tallarines bien regados con un tinto recio, creo que no era un Malbec. La sobremesa se prolongó hasta que la tarde empezaba a irse, tras evocar anécdotas, furcios memorables, amores inolvidables, alegrías y pesares, que se entrelazaron para tejer un recuerdo siempre perdurable.

Con ese talento, pudo haber triunfado en cualquier plaza que se hubiera propuesto, pero César decidió quedarse entre los suyos, en la radio que ayudó a fundar y a la que dio brillo desde todos los ángulos, relatando deportes, desde los masivos hasta los casi desconocidos, conduciendo programas variados, leyendo informativos, escribiendo guiones… hasta su solidario y nocturno “Sereno”, una entrega personal a mitad de camino entre el entretenimiento y el diván de un psicólogo de las madrugadas que alivió las ansiedades insomnes de los riotercerenses bombardeados. Su legado es historia de la ciudad que tanto quiso.

Iba a ir a visitarte César, me quedé a dos meses de cumplir mi promesa.

Descansa en paz querido amigo, mi inolvidable mentor.

Mi agradecimiento será eterno y mi estima imborrable.

Adrián Cragnolini Griguol

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