Corría 1913 cuando don Modesto Acuña presenta a la Provincia un plano que contemplaba 98 manzanas, con sus espacios verdes y terrenos escogidos para la construcción de Iglesias y dependencias gubernamentales, de lo que sería el Pueblo Medía Luna. Sería homónimo de la Estancia Media Luna, propiedad del fundador del pueblo, nombre que recibía por la trayectoria que dibuja el cauce de nuestro río.

Fue en el año 1912 cuando, casi al mismo tiempo, Don Modesto recibe los planos del pueblo Media Luna y el Ferrocarril Central Argentino que se llamó “Estación Modesto Acuña”, como la denominó la empresa constructora de las vías ferroviarias en consideración a quien había donado las tierras para la ejecución del trazado férreo.

En 1913 y con los planos del pueblo ya presentados y aprobados, Don Modesto solicita cambiar el nombre del pueblo Media Luna por el de pueblo Modesto Acuña, para evitar confusiones. El nombre del pueblo y la estación unificados era conveniente, evitaba molestias y confusiones, argumentó.
Habían pasado pocos años cuando la misma compañía ferroviaria cambia el nombre de la Estación Modesto Acuña por Estación Río Tercero, teniendo en cuenta que ya existían las denominadas Río Segundo y Río Cuarto en las localidades con ese nombre, ubicadas a la vera de los ríos mencionados.

Poco tiempo después, en 1918, el pueblo adopta el que sería su nombre definitivo y pasa a llamarse Río Tercero.
Pasaron 109 años de modernidad
Cuando se fundó, unos 200 habitantes de entonces no imaginaban el rápido crecimiento del pueblo que hoy congrega a un promedio de 55 mil riotercerenses. Fábricas, instalaciones deportivas y barrios con amplias residencias caracterizan hoy la ciudad que no ha parado de crecer.
Lo que no ha cambiado es el paisaje campestre que rodea la ciudad, la media luna que dibuja el río y sus bucólicas orillas que siempre podemos disfrutar.