Con un árbitro que pretendió ser más importante que los 22 jugadores, 15 tarjetas amarillas y un acumulado de más de 15 minutos de tiempo extra. Solo le faltaban los “subtítulos” … “jugamos hasta que empate Países Bajos”.

La albiceleste jugó con unos menos, Países Bajos tenía 12 jugadores en cancha y uno con silbato, el español Antonio Mateu Lahoz, un árbitro que no estuvo a la altura de un mundial y se suma al mexicano – uruguayo, había nacido en Montevideo, Edgardo Codesal Méndez.

Para los más jóvenes o menos memoriosos, recordemos que Codesal fue el árbitro designado en la final de la Copa del Mundo Italia 90 entre Alemania y Argentina. Durante el partido mostró dos tarjetas rojas para los argentinos Pedro Monzón (min.65) y Gustavo Dezotti (min.87). Marcó una falta dentro del área al delantero Rudi Völler de Alemania en el minuto 84 de juego penal convertido en gol por Andreas Brehme lo que le dio el triunfo a la selección de  Alemania.

Y llegamos a los penales en cuartos, como en ese mismo Mundial Italia 90, en aquella oportunidad Argentina enfrentó a Italia llegando también a los penales y allí Sergio Goycochea, “el Goyco” atajó dos (ya había atajado dos contra Yugoslavia). Esta vez fue Damián Emiliano Martínez, “el Dibu” el que se transformó en héroe atajando los dos primeros, dando un poco de tranquilidad a los ejecutantes propios y cargando de presión a los naranjas.

Ahora sigue Croacia que en igual instancia elimino a Brasil, pero vamos paso a paso y el de ahora es festejar.

Como se va haciendo costumbre, la esquina de Libertad y Mitre fue el punto de encuentro de unas 5000 personas que la lluvia no pudo correr hasta que las ganas de festejar no se consumieron.