El 2 de junio es el Día del Bombero Voluntario y la comunidad riotercerense lo sabe, puede que escape a la memoria de la mayoría, hasta que comienza a sonar la sirena del Cuartel y los móviles salen a la calle, luces, balizas y sirenas recuerdan a todos que es el día en que los Bomberos celebran y lo hacen junto a la gente, recorriendo la ciudad, saludando, haciendo paradas e invitando a los niños a subir a los móviles.

Anoche, uno de los puntos fue la Plaza de la Evocación, todo un símbolo para la comunidad que no olvida sus muertos y todo un símbolo también para los Bomberos Voluntarios de Río Tercero, recordando quizás uno de los días más difíciles en la vida de este Cuartel.

Pero ayer fue día de fiesta y la comunidad saliendo al encuentro de nuestros bomberos demostró holgadamente el respeto y admiración que siente por ellos.

Párrafo aparte para algunos que ya no forman parte del Cuerpo Activo, pero acompañaron la caravana en sus vehículos y descendieron en las paradas para estar más cerca de los camaradas, ojos empañados y sonrisas que no entraban en sus rostros dejaban claro lo que sentían. Un bombero nunca deja de ser bombero, lo es hasta el último día de su vida.

Bomberos Voluntarios de Río Tercero, sin duda, la institución más querida y respetada de la ciudad.