Los destacados bailarines riotercerenses se presentaron por tercera vez como pareja en la 20°edición del Mundial de Tango. Más de 800 parejas de 36 países del mundo dieron cuenta de este fenómeno cultural que atravesó las fronteras argentinas para despertar pasiones en todo el mundo.

Fotos: Matías Cejas
Es la segunda vez que la pareja se presenta en la categoría Tango de Pista, es decir, tango de improvisación (la primera vez participaron de la categoría Tango Escenario). En rondas, como en una milonga, los bailarines despliegan su talento y sensibilidad de manera espontánea e improvisada.
En conversación con Crónicas, Giselle Cantelli contó de su preparación para esta ocasión: comenzó apenas terminó la edición del año pasado. La preparación es completa: contratar docentes profesionales, viajar en busca de capacitación, ensayar muchas horas por semana, preparar vestuarios. Es una gran autogestión del baile. En este sentido, una pareja de baile comparte muchas instancias. Para Giselle tener una pareja de baile significa un compromiso enorme, porque ambas partes deben estar equilibradas física, emocional y económicamente para que el trabajo vaya en un mismo sentido; pero a la vez, hay un compromiso solidario en poder sostener o acompañar a tu compañero si no se encuentra en la misma sintonía o algo le pasa por lo cual no se encuentra en un buen momento.
“Durante el mundial tuvimos la oportunidad de ver lo que hacen parejas de otros países, y esto nos brinda una dimensión completa de cómo se vive el tango en otros lugares. Aunque hay muchas parejas argentinas de Tango, la mayoría decide irse a trabajar al exterior, estas parejas jóvenes potencian el tango en otros lugares del mundo, en donde además el tango se transforma según cada cultura.” Comentó Giselle en diálogo con Crónicas de Río 3.