Silvia Fría fue asesinada por el padre de sus hijos el 7 de octubre, en su casa de Río Tercero. Así lo declaró ante la justicia Néstor Fabian Nieto, el imputado del homicidio por violencia de género.
En la espera de la actuación de la justicia, la familia de Silvia junto a organizaciones sociales de la ciudad, convocan a una manifestación el miércoles 18 de octubre en la plaza central de la ciudad de Río Tercero.
La convocatoria en nombre de Silvia, madre, trabajadora, comprometida con las causas sociales, es una manera de compartir el dolor que reúne a todas las personas que compartieron espacios con ella.
El pedido de justicia por Silvia se pide cárcel efectiva y perpetua para el femicida, y se levanta nuevamente el grito de NI UNA MENOS. Se invita a los vecinos a llevar velas.
Invitan a esta actividad la Familia de Silvia Fría, La Luciérnaga Río Tercero, Emprendimiento Esperanza de Cáritas Río Tercero, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Río Tercero, Escuela Popular de Géneros Comunicando Igualdad, Las Nietas de las Brujas, Cispren, vecinas y vecinos de Río Tercero.
La violencia de género en Argentina y Río Tercero
En lo que va del 2023, según los datos ofrecidos por el observatorio de género del país, publicados en “Ahora que sí nos ven” hasta el 7 de julio se registraron en Argentina 1 femicidio por día.
El 59% de los femicidios lo cometieron las parejas y ex parejas de las víctimas; el 57% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima; 38 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 25 tenían medidas de protección. Al menos 133 niños perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en lo que va de 2023.
El caso de Silvia no es un caso aislado. Su femicida ya había estado en la cárcel por violencia de género y había adquirido la libertad hacía poco. Aunque en agún momento ella había contado con botón antipánico, habían vuelto a convivir.
Muchas preguntas surgen de este caso que conmovió a la ciudad entera. Una nueva muerte por violencia de género, con una historia anticipada. Denuncias, botones antipánico, años de encarcelamiento, nada parece ser suficiente para detener la violencia machista.
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