Un importante grupo de jóvenes y no tan jóvenes se auto convocaron en la céntrica esquina de Libertad y Mitre para celebrar por tres razones, la victoria de la selección albiceleste frente a Polonia por 2 a 0, el pase a octavos en el campeonato mundial Qatar 2022 y el gol del cordobés Julián Álvarez.
Algo más de 500 personas se reunieron alrededor y sobre el techo de un viejo colectivo urbano ploteado con colores e imágenes relacionadas a la selección nacional y cuenta con una suerte de terraza preparada a los efectos que se utilizó.

Quizás para algunos sea poca razón para tanto festejo, personalmente no comparto esa posición. Las alegrías hay que manifestarlas y compartirlas, hay que ser muy mala onda para molestarse con la alegría de otros, además, esa alegría es contagiosa, como cuando vemos a un extraño reírse y no sabemos porque, después de un momento también nos reímos a pesar de no saber los motivos.

Y hay un hecho que deseo destacar, para mi muy importante. Como broche para el fin del festejo, un joven subió a la «terraza» del bus con un saxo y comenzó a interpretar el Himno Nacional Argentino y casi todos los allí presentes su sumaron cantándolo y en lo personal, fue emocionante y al mismo tiempo una cachetada a todos los que piensan que «estos mocosos ni el Himno saben», pero si, lo saben y lo cantaron sin ninguna vergüenza y a voz en cuello, algo que no siempre vemos en actos oficiales donde algunos apenas despegan los labios y otros ni eso. QUIEN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO … reza la canción de Fito Páez, yo digo que no. Si esas tres pequeñas razones son motivo para que un grupo de jóvenes canten el Himno Nacional con esas ganas, con tanta fuerza, ya esta justificado el festejo.