Una multitud de mujeres y disidencias coparon las calles de la ciudad este viernes. Antes de marchar por las calles de Río Tercero, vestidas de negro, se reunieron en la Plaza San Martín.
Sin micrófonos ni grandes despliegues hicieron un encuentro artístico y místico que varió entre el silencio y la escucha respetuosa; y el fogoneo para avanzar, posteriormente, encolumnadas por las calles céntricas.
NI UN PASO ATRÁS decía la barredora colaborativa que en cada esquina se rearmaba para contener grandes círculos en los que se cantó, bailó y reclamó por los derechos de las mujeres y las disidencias.
En los últimos años, Río Tercero fue construyendo un movimiento feminista que crece e incluye cada vez más causas.
Además de la agenda feminista internacional y nacional, las mujeres de Río Tercero reclamaron por la violencia que viven en carne propia. Hubo momentos emotivos recordando a amigas y familiares víctimas de femicidio
Se escucharon fuertes cánticos como “señor, señora, no sea indiferente que matan a las pibas en la cara de la gente”, los cuales eran bien recibidos por el público casual de la calle; también se gritó JUSTICIA POR SILVIA, recordando a la compañera de la fundación Juntos a la Par que hace un año fue asesinada por un femicida.
La organización de la marcha estuvo a cargo de Las Nietas de las Brujas y la escuela Comunicando Igualdad, quienes han dado pasos firmes y constantes todos estos años. Pero esta vez la marcha fue sorpresivamente convocante.
Estuvieron presentes mujeres sindicalistas de ATE y CISPREN, docentes, artistas.
Crónicasderío3 estuvo presente y conversó con las asistentes:
“Vine a la marcha porque creo que estamos viviendo tiempos difíciles a nivel político: economía, salud, educación, y siento el riesgo de derechos que supimos conseguir en la calle y que hoy el gobierno nacional pone en duda como el aborto legal y la negación de la violencia de género”
“Vine enferma pero sentí que ya no me podía quedar en mi casa, no se puede seguir en la inacción viendo todo desde la televisión”
En la semana del Día Internacional de la Mujer, el presidente dio de baja el Salón de las Mujeres en la Casa Rosada, y le cambió el nombre por “El Salón de los Próceres”. Cambió un cuadro de María Elena Walsh por uno del expresidente y responsable del atentado a la Fábrica Militar de Río Tercero, Carlos Ménem.
Además de haber anunciado la prohibición del uso del lenguaje inclusivo e “innecesaria inclusión del femenino” en las cuestiones administrativas estatales, el Presidente habló en una escuela secundaria por el inicio de clases y se refirió a la lucha feminista como “asesinos de pañuelos verdes”.
En este contexto no es extraño que los cánticos tomaran la dirección que tomaron. Además, otra mujer presente en la marcha comentó: “Sabemos que las mujeres y disidencias siempre somos las primeras afectadas cuando los gobiernos hambrean al pueblo”
Una de las presentes consideró que “lo que trajo más compañeras a la calle es la necesidad de visibilizar el descontento contra un gobierno nacional con características de ultraderecha”
Una semana de manifestaciones
Desde el lunes hasta el viernes acontecieron 3 manifestaciones en Río Tercero. La lucha de ATE, de las docentes y finalmente la lucha por la igualdad de derechos que enarbolan históricamente las feministas.
La masiva manifestación coronó una semana movilizada en la que cada sector de trabajadores salió a exigir a los gobernantes por sus condiciones laborales.
Esta manifestación fue la más masiva y pone en relieve la gran preocupación por la vida misma que las mujeres y las disidencias viven en la sociedad actual.
Por último pedimos a una de las presentes que dé un mensaje a la comunidad: “Seguimos en las calles, ocupando espacios de lucha y resistencia. Y vamos a seguir luchando para ocupar espacios de conducción en la vida política y en la comunidad, sindicatos, empresas”
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