








«En Milei vemos la posibilidad de que el cambio que tanto hemos esperado se haga realidad», dijo a una radio uno de los cordobeses que aguardaban la presencia del presidente libertario en la plaza San Martín. La espera no fue muy larga. De a uno, aparecieron antes de Milei su vicepresidenta Villaroel, su vocero Adorni, sus ministros Bullrich y Caputo, entre otros. Todos recibieron aplausos y vítores, hasta que apareció el gobernador Llaryora.
A los minutos apareció en el balcón la desordenada cabellera de Javier Milei y la gente estalló en aplausos. «Javier querido, el pueblo está contigo» se escuchó. Luego la imperdible presencia de la Secretaria General de gobierno Karina Milei.
Como único orador del acto por el 214 aniversario de la Revolución de Mayo, el presidente reiteró su propuesta que resume en dos principios: libertad y democracia. Según dijo, las principios de esta revolución son los que llevaron a Argentina, a partir de 1860, a pasar de un país de bárbaros, a ser la primera potencia mundial. Con la grandilocuencia que lo caracteriza dijo: La explosión de riqueza y crecimiento que consiguió la Argentina a partir de los principios de mayo, no tienen parangón en el mundo.
Así, su receta es retomar esos principios liberales de los que se reclamó heredero y transformar el país, de uno pobre, a una potencia mundial en décadas.
Milei busca un cambio de época
«En algún momento decidimos abandonar esos principios y adoptar una ideología que nos ha sumido en la pobreza»- continuó- por lo que propone retomarlos y provocar con ello un verdadero cambio que «saque a la Argentina de la indigencia y la vuelva a poner en el camino de la prosperidad.
También dijo que le ha tocado «ordenar la economía luego de décadas de desastre». Y que su gobierno «está haciendo el ajuste más grande de la historia de la humanidad»
Anunció entonces que seguirá insistiendo en el «pacto de mayo», que implique adoptar nuevamente los principios de la libertad, pero una vez que se haya aprobado la Ley de Bases. En esta convocatoria que señaló como «un llamado a la unidad nacional», dijo que, una vez suscrito el pacto, se formaría un Concejo de Mayo, con el concurso de representantes del gobierno nacional, el Congreso, las provincias y los actores económicos. Ese concejo redactaría un programa específico para rescatar el país de su situación actual.
Y así, «ser una nueva generación de mayo que inaugure una nueva época de gloria para nuestra nación».
Los aplausos y gritos estallaron en la plaza. Jóvenes y adultos mayores, algunos con notorias carencias materiales reflejaban la ilusión en sus rostros. En un claro entre la muchedumbre, una mujer gritaba consignas de oposición y fue rápidamente acallada por los asistentes que se fueron a casa con el sueño al que invita Javier Milei, el presidente más disruptivo -y optimista- de la historia argentina.
FOTOS: Erick Rodríguez
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